Para los que me preguntaron, aquí pueden observar algunos programas de estudios (licenciaturas, posgrados, departamentos, etc.) de filosofía y periodismo.
Es simplemente un panorama "administrativo", pero es muy interesante observar las fundamentaciones y los tipos de cursos que se dictan.
http://www.unav.es/fyl/filosofiaperiodismo.htm
http://www.nmmu.ac.za/default.asp?id=1847&bhcp=1
http://academics.keene.edu/comm/
http://www.herts.ac.uk/courses/Philosophy-with-Journalism.cfm
Saludos,
G. S.
Blog de la Cátedra de Corrientes del Pensamiento Contemporáneo, Facultad de Periodismo, Universidad Juan A. Maza. Aquí podrás encontrar noticias, información y artículos de opinión sobre diferentes tópicos vinculados al pensamiento moderno y contemporáneo. También proponemos abrir un espacio para la discusión y la reflexión filosófica sobre los medios masivos de comunicación y los cruces entre filosofía y periodismo.
jueves, 25 de noviembre de 2010
Información sobre estudios en FyP
lunes, 15 de noviembre de 2010
GLOBAL
GLOBAL de Corrientes del Pensamiento
JUEVES 25 9 HS.
(Examen escrito, múltiple opción)
ante cualquier duda o consulta: scivolettog@gmail.com
JUEVES 25 9 HS.
(Examen escrito, múltiple opción)
ante cualquier duda o consulta: scivolettog@gmail.com
martes, 26 de octubre de 2010
Programa
Del 25 al 29 de octubre se realiza la 10º Edición de la Semana de la Comunicación, de la Universidad Juan A. Maza. En ese marco, es que los invitamos a participar en el "Café Filosófico: Filosofía y Periodismo" que se desarrollará el jueves 28 de 9 a 12.30 hs.
Programa
Presentación (Mariana Sánchez) 9 – 9.15
El periodismo como crítica social (Sofía Verazzi) 9.15 - 9.45
Comenta: Juan Pablo Cándido
Debate - Discusión
Verdad, objetividad y medios de comunicación (Nahuel Morales Alé) 10.15 - 10.45Comenta: Agustina Pérez, Karen Kiotasso
Debate - Discusión
Pausa
La filosofía en la radio (Adrián Cháves, Xenia Baigorria) 11.15 - 11.45
Modera: Mariana Sánchez
Poder, Democracia y opinión pública (Paula Corti) 11.45- 12.15
Comenta: Carla Cairo
Debate - Discusión
Cierre
Programa
Presentación (Mariana Sánchez) 9 – 9.15
El periodismo como crítica social (Sofía Verazzi) 9.15 - 9.45
Comenta: Juan Pablo Cándido
Debate - Discusión
Verdad, objetividad y medios de comunicación (Nahuel Morales Alé) 10.15 - 10.45Comenta: Agustina Pérez, Karen Kiotasso
Debate - Discusión
Pausa
La filosofía en la radio (Adrián Cháves, Xenia Baigorria) 11.15 - 11.45
Modera: Mariana Sánchez
Poder, Democracia y opinión pública (Paula Corti) 11.45- 12.15
Comenta: Carla Cairo
Debate - Discusión
Cierre
lunes, 25 de octubre de 2010
Café Filosófico
Del 25 al 29 de octubre se realiza la 10º Edición de la Semana de la Comunicación, de la Universidad Juan A. Maza. En ese marco, es que los invitamos a participar en el "Café Filosófico: Filosofía y Periodismo" que se desarrollará el jueves 28 de 9 a 12 hs.
El formato de "Café filosófico" nos permitirá desplegar un espacio de pensamiento y diálogo, no se trata de una clase en el sentido tradicional sino de un encuentro de amigos que se reúnen a conversar, aprender unos de otros y a pasar un buen rato. Algunos de los temas propuestos para este encuentro son: verdad, objetividad, interpretación, poder y democracia. Estos temas son los que hemos comenzado a reflexionar ya desde el taller de filosofía y periodismo realizado hace algunas semanas, y que poco a poco se va convirtiendo en un grupo permamente de discusión.
No se requieren conocimientos filosóficos previos, tan sólo ganas de pensar y dialogar.
Para los estudiantes de la universidad es gratuito, pero se les pide que se inscriban previamente por cuestiones de organización (espacio, sillas, etc.). Tienen que llevar mate, café o algo para compartir.
Los esperamos!
El formato de "Café filosófico" nos permitirá desplegar un espacio de pensamiento y diálogo, no se trata de una clase en el sentido tradicional sino de un encuentro de amigos que se reúnen a conversar, aprender unos de otros y a pasar un buen rato. Algunos de los temas propuestos para este encuentro son: verdad, objetividad, interpretación, poder y democracia. Estos temas son los que hemos comenzado a reflexionar ya desde el taller de filosofía y periodismo realizado hace algunas semanas, y que poco a poco se va convirtiendo en un grupo permamente de discusión.
No se requieren conocimientos filosóficos previos, tan sólo ganas de pensar y dialogar.
Para los estudiantes de la universidad es gratuito, pero se les pide que se inscriban previamente por cuestiones de organización (espacio, sillas, etc.). Tienen que llevar mate, café o algo para compartir.
Los esperamos!
viernes, 8 de octubre de 2010
Recuperación de Clases
Estimad@s alumn@s:
Dado que la semana del 19 de octubre no hay clases de Corrientes, hemos adelantado las horas para esta próxima semana del 12 de octubre.
Por lo tanto, al cursado normal se agregan
Martes y Jueves 13-15 hs Periodismo
Jueves y Viernes 8-10 hs Locución
Les pedimos que hagan un esfuerzo por asistir, recuerden que además la semana del 26 de octubre es la semana de la comunicación y eso nos complica un poco más las cosas. Por ello, prácticamente esta semana terminaríamos el programa: no se pierdan el postre!
Dado que la semana del 19 de octubre no hay clases de Corrientes, hemos adelantado las horas para esta próxima semana del 12 de octubre.
Por lo tanto, al cursado normal se agregan
Martes y Jueves 13-15 hs Periodismo
Jueves y Viernes 8-10 hs Locución
Les pedimos que hagan un esfuerzo por asistir, recuerden que además la semana del 26 de octubre es la semana de la comunicación y eso nos complica un poco más las cosas. Por ello, prácticamente esta semana terminaríamos el programa: no se pierdan el postre!
martes, 14 de septiembre de 2010
Clase de consulta
Para los alumnos que rindan en la próxima mesa: Clase de consulta el próximo jueves 16 a las 10 hs.
miércoles, 18 de agosto de 2010
Inscripción Taller
Estimad@s alumn@s:
Para formalizar la inscripción al Taller de Filosofía y Periodismo, desde Extensión solicitan la siguiente información:
Nombre, Carrera, Año, DNI, email, teléfono y Matrícula para los de la UMAZA, para los alumnos externos el valor es de $60 y en ese caso se solicita Nombre, Universidad, Carrera, Año, DNI, email, teléfono.
Enviar un mail a scivolettog@gmail.com con los datos solicitados
(Asunto: Inscripción)
Para formalizar la inscripción al Taller de Filosofía y Periodismo, desde Extensión solicitan la siguiente información:
Nombre, Carrera, Año, DNI, email, teléfono y Matrícula para los de la UMAZA, para los alumnos externos el valor es de $60 y en ese caso se solicita Nombre, Universidad, Carrera, Año, DNI, email, teléfono.
Enviar un mail a scivolettog@gmail.com con los datos solicitados
(Asunto: Inscripción)
viernes, 13 de agosto de 2010
Medios, Interpretaciones y Democracia
TALLER DE FILOSOFÍA Y PERIODISMO
Cronograma
Sábados 4, 11 y 18 de Septiembre (9.30-13.30 hs.)
Costos
Para alumnos de la UMaza, GRATIS
Cupos Limitados
Inscripción
Secretaría Facultad de Periodismo
Vía mail: scivolettog@gmail.com
Cronograma
Sábados 4, 11 y 18 de Septiembre (9.30-13.30 hs.)
Costos
Para alumnos de la UMaza, GRATIS
Cupos Limitados
Inscripción
Secretaría Facultad de Periodismo
Vía mail: scivolettog@gmail.com
martes, 20 de julio de 2010
Taller Filosofía y Periodismo
Estimados alumnos y amigos,
Tal como lo habíamos anunciado, hemos organizado desde la cátedra un Taller de Filosofía y Periodismo. Para los que estén interesados, les vamos adelantando los contenidos y la fundamentación del taller. Resta aún concretar las fechas y el horario, pero sería importante que fueran anotándose desde ahora, al menos informalmente, hasta que se haga la convocatoria oficial.
Contenidos
1. La filosofía en el diario. Verdad e interpretación. Subjetividad y objetividad. Hecho y Noticia. Las miradas: autor, editor, público.
2. Discursos e ideologías. La ideología en el análisis crítico del discurso. Control del discurso ideológico. Semántica del discurso. Aplicación al análisis de la prensa.
3. Opinión pública y Mass Media: Jürgen Habermas. La constitución de la esfera pública. Los medios y el poder: ¿absolutismo mediático? Periodismo y medios desde el punto de vista de una democracia deliberativa: comunicación de masas y opinión pública razonada.
Fundamentación
La propuesta de este seminario de discusión es plantear, desde la práctica misma de los actores, una serie de problemáticas filosóficas que podemos encontrar en la propia actividad periodística. Es decir, se trata de un proceso de problematización de la experiencia profesional con el fin de reflexionar sobre algunos supuestos fundamentales que rigen dicha actividad. Por ello, el objetivo de este Taller no es sólo la transmisión de conocimientos del docente hacia el alumno, sino que es, especialmente, la construcción cooperativa del conocimiento y la reflexión a partir de la práctica horizontal entre los propios participantes.
Los “grupos de discusión” (o “grupos de lectura”) funcionan hoy en las principales universidades del mundo como un tipo de formación académica paralela y complementaria a la cátedra tradicional. Los beneficios de tal metodología son, entre otros: estimula la creatividad y el espíritu científico del alumno, promueve la capacidad de detección y resolución de problemas, favorece el trabajo en equipo y la cooperación, desarrolla habilidades vinculadas a la expresión oral y escrita, fortalece la capacidad de argumentación y crítica.
En cuanto al contenido del seminario, hay un eje transversal y tres temáticas específicas. El eje transversal es la relación entre periodismo y filosofía. Ello puede parecer a simple vista como algo extraño o incluso incompatible, sin embargo, los puntos de contacto son tan claros y manifiestos que es curioso que aún las academias no se hayan hecho eco de este “cruce disciplinar”. Esta misma consternación se expresa, por ejemplo, en una nota publicada en noviembre de 2009 en el The Cronicle Review, titulada: “We Need `Philosophy of Journalism`”. Existe una especialización de la filosofía en las diferentes áreas de la actividad humana: filosofía de la ciencia, filosofía del arte, filosofía de la religión, del derecho, del lenguaje, pero aún no hay (en las academias) una filosofía del periodismo. Una “filosofía del periodismo” no sólo es posible, sino incluso deseable. Constantemente los periodistas se encuentran inmersos en disputas por la verdad, en lucha de interpretaciones, muchas veces trabajan en medios que responden a determinadas ideologías o que dependen de decisiones gubernamentales o están sometidos a las coerciones del mercado. Estas y muchas otras cuestiones con las cuales se ven vinculados “en el barro” del trabajo cotidiano, han sido abordadas por el discurso teórico de la filosofía.
Respecto de los tópicos específicos del Taller, se han seleccionado los siguientes. En primer lugar, a partir de un material audiovisual sobre el proceso de elaboración de las noticias en grandes periódicos argentinos, se reflexionará sobre la verdad de la información, la interpretación de la realidad del periodista y su medio, la subjetividad del lector y las “miradas” del “hecho”, que no puede pensarse como hecho puro sino como acontecimiento siempre ya interpretado. Luego, nos detendremos en el problema de las ideologías, donde haremos una breve reconstrucción histórica del concepto, sobre todo en su acepción marxista y crítica, y luego tomaremos algunos elementos teóricos del Análisis Crítico del Discurso de van Dijk que serán aplicados al análisis de los discursos ideológicos en la prensa escrita. Por último, nos abocaremos a la cuestión de la opinión pública, tomando como hilo conductor el pensamiento de Habermas en general, y en especial su teoría de la democracia deliberativa.
Los esperamos!
Tal como lo habíamos anunciado, hemos organizado desde la cátedra un Taller de Filosofía y Periodismo. Para los que estén interesados, les vamos adelantando los contenidos y la fundamentación del taller. Resta aún concretar las fechas y el horario, pero sería importante que fueran anotándose desde ahora, al menos informalmente, hasta que se haga la convocatoria oficial.
Contenidos
1. La filosofía en el diario. Verdad e interpretación. Subjetividad y objetividad. Hecho y Noticia. Las miradas: autor, editor, público.
2. Discursos e ideologías. La ideología en el análisis crítico del discurso. Control del discurso ideológico. Semántica del discurso. Aplicación al análisis de la prensa.
3. Opinión pública y Mass Media: Jürgen Habermas. La constitución de la esfera pública. Los medios y el poder: ¿absolutismo mediático? Periodismo y medios desde el punto de vista de una democracia deliberativa: comunicación de masas y opinión pública razonada.
Fundamentación
La propuesta de este seminario de discusión es plantear, desde la práctica misma de los actores, una serie de problemáticas filosóficas que podemos encontrar en la propia actividad periodística. Es decir, se trata de un proceso de problematización de la experiencia profesional con el fin de reflexionar sobre algunos supuestos fundamentales que rigen dicha actividad. Por ello, el objetivo de este Taller no es sólo la transmisión de conocimientos del docente hacia el alumno, sino que es, especialmente, la construcción cooperativa del conocimiento y la reflexión a partir de la práctica horizontal entre los propios participantes.
Los “grupos de discusión” (o “grupos de lectura”) funcionan hoy en las principales universidades del mundo como un tipo de formación académica paralela y complementaria a la cátedra tradicional. Los beneficios de tal metodología son, entre otros: estimula la creatividad y el espíritu científico del alumno, promueve la capacidad de detección y resolución de problemas, favorece el trabajo en equipo y la cooperación, desarrolla habilidades vinculadas a la expresión oral y escrita, fortalece la capacidad de argumentación y crítica.
En cuanto al contenido del seminario, hay un eje transversal y tres temáticas específicas. El eje transversal es la relación entre periodismo y filosofía. Ello puede parecer a simple vista como algo extraño o incluso incompatible, sin embargo, los puntos de contacto son tan claros y manifiestos que es curioso que aún las academias no se hayan hecho eco de este “cruce disciplinar”. Esta misma consternación se expresa, por ejemplo, en una nota publicada en noviembre de 2009 en el The Cronicle Review, titulada: “We Need `Philosophy of Journalism`”. Existe una especialización de la filosofía en las diferentes áreas de la actividad humana: filosofía de la ciencia, filosofía del arte, filosofía de la religión, del derecho, del lenguaje, pero aún no hay (en las academias) una filosofía del periodismo. Una “filosofía del periodismo” no sólo es posible, sino incluso deseable. Constantemente los periodistas se encuentran inmersos en disputas por la verdad, en lucha de interpretaciones, muchas veces trabajan en medios que responden a determinadas ideologías o que dependen de decisiones gubernamentales o están sometidos a las coerciones del mercado. Estas y muchas otras cuestiones con las cuales se ven vinculados “en el barro” del trabajo cotidiano, han sido abordadas por el discurso teórico de la filosofía.
Respecto de los tópicos específicos del Taller, se han seleccionado los siguientes. En primer lugar, a partir de un material audiovisual sobre el proceso de elaboración de las noticias en grandes periódicos argentinos, se reflexionará sobre la verdad de la información, la interpretación de la realidad del periodista y su medio, la subjetividad del lector y las “miradas” del “hecho”, que no puede pensarse como hecho puro sino como acontecimiento siempre ya interpretado. Luego, nos detendremos en el problema de las ideologías, donde haremos una breve reconstrucción histórica del concepto, sobre todo en su acepción marxista y crítica, y luego tomaremos algunos elementos teóricos del Análisis Crítico del Discurso de van Dijk que serán aplicados al análisis de los discursos ideológicos en la prensa escrita. Por último, nos abocaremos a la cuestión de la opinión pública, tomando como hilo conductor el pensamiento de Habermas en general, y en especial su teoría de la democracia deliberativa.
Los esperamos!
lunes, 7 de junio de 2010
"Necesitamos una filosofía del periodismo"
Fragmento de un nota publicada en The Cronicle Review. Para ver el artículo completo sigan el link. Como siempre la invitación a leer, pensar y opinar.
We Need 'Philosophy of Journalism'
By Carlin Romano
If you examine philosophy-department offerings around America, you'll find staple courses in "Philosophy of Law," "Philosophy of Art," "Philosophy of Science," "Philosophy of Religion," and a fair number of other areas that make up our world.
It makes sense. Philosophy, as the intellectual enterprise that in its noblest form inspects all areas of life and questions each practice's fundamental concepts and presumptions, should regularly look at all human activities broad and persistent enough not to be aberrations or idiosyncrasies. (The latter can be reserved for Independent Studies.)
Why, then, don't you find "Philosophy of Journalism" among those staple courses? Why does philosophy, the academic discipline charged to reflect the noblest intellectual enterprise, avoid the subject while departments teem with abstruse courses mainly of interest to the tenured professors who teach them?
http://chronicle.com/article/We-Need-Philosophy-of/49119
We Need 'Philosophy of Journalism'
By Carlin Romano
If you examine philosophy-department offerings around America, you'll find staple courses in "Philosophy of Law," "Philosophy of Art," "Philosophy of Science," "Philosophy of Religion," and a fair number of other areas that make up our world.
It makes sense. Philosophy, as the intellectual enterprise that in its noblest form inspects all areas of life and questions each practice's fundamental concepts and presumptions, should regularly look at all human activities broad and persistent enough not to be aberrations or idiosyncrasies. (The latter can be reserved for Independent Studies.)
Why, then, don't you find "Philosophy of Journalism" among those staple courses? Why does philosophy, the academic discipline charged to reflect the noblest intellectual enterprise, avoid the subject while departments teem with abstruse courses mainly of interest to the tenured professors who teach them?
http://chronicle.com/article/We-Need-Philosophy-of/49119
miércoles, 2 de junio de 2010
Taller de Filosofía y Periodismo
HECHOS. VERDAD. INTERPRETACIÓN. SUBJETIVIDAD. OBJETIVIDAD.
PODER. IMAGEN. INTERESES. IDEOLOGÍAS. OPINIÓN PÚBLICA.
LIBERTAD. REALIDAD... MEDIOS DE COMUNICACIÓN
En breve... Taller de Filosofía y periodismo, en la UMaza.
PODER. IMAGEN. INTERESES. IDEOLOGÍAS. OPINIÓN PÚBLICA.
LIBERTAD. REALIDAD... MEDIOS DE COMUNICACIÓN
En breve... Taller de Filosofía y periodismo, en la UMaza.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Filosofía y Periodismo por Tomás Abraham
Texto del filósofo argentino Tomás Abraham sobre la relación entre estas dos disciplinas. Lean y opinen!!
La relación entre filosofía y periodismo nace en los tiempos de la Ilustración. Es contemporáneo del fenómeno conocido en el siglo XVIII como “opinión pública”. La burguesía se reunía en cafés, logias, masonerías, cabarets, salones literarios para discutir las cuestiones públicas. Se editaban periódicos que difundían esas mismas inquietudes y conformaban además el material que servía de guía informativa común. Las ideas filosofícas circulaban por una diversidad de medios y lejos estaban de circunscribirse a la forma del libro. La actualidad concitaban el mayor interés al tiempo que se vivían épocas revolucionarias.
La libertad de opinión era la demanda generalizada para una sociedad que aún no se había desprendido de las consecuencias sangrientas de las guerras entre religiones y de la férula del despotismo. Tener el coraje de pensar, poder hacerlo sin necesidad de tutelas de parte de autoridades censoras, era la consigna de los filósofos del siglo de las luces.
Hoy en día se habla con desprecio de los “opinólogos”, una especie de sabelotodo que se mete adonde no lo invitan y habla sin pericia. Es el horror de los especialistas y de algo que gusta llamarse gente seria. Por otro lado, provoca escándalo que un académico se rebaje a seguir la agenda que imponen los medios. Está bien para periodistas pero no para pensadores.
El pensador – categoría profesional ridícula ya que en realidad es un atributo que se da por añadidura cuando un saber o una opinión abre un espacio de pensamiento en el prójimo – impone el calendario de su viaje erudito y no debe dejarse seducir por la actualidad. De parte del periodismo hay una relación ambigua respecto de los intelectuales. Por un lado son una fuente de consulta alternativa a la palabra de los políticos y los técnicos, por el otro, se les pide que no compliquen el asunto y que traten de hablar un lenguaje claro ya que doña Rosa y don Pepe necesitan un idioma sencillo apto para todo público.
Ser interesante y accesible es un ideal que no necesita ser recordado, el problema comienza en preguntarse en el sentido de pensar y expresarse públicamente si se está condicionado a decir lo que todo el mundo espera recibir para sentirse reconocido en su juicio y emoción. Hasta qué punto la audiencia, los televidentes y los lectores están preparados para recibir lo no previsto y hasta qué punto han sido adoctrinados para la autocomplacencia es un nudo de imposible desciframiento y no se resuelve con una encuesta. Pero es habitual el intercambio de opiniones entre quienes proponen que el escritor se agache y los que piden que el lector se alce. No hay dudas de que siempre hay gente sensata que dice que hay un justo medio que entre agachadas y estiramientos se llega a un sano y mutuo entendimiento. ¿Pero qué sucede si lo que está en juego no es un a cuestión de nivel y sí de mercado? Hablemos de dos tipos de consumidores ya que los agentes del mercado lo son independientemnente de si lo que consumen son zapatillas o noticias.
Existe el consumidor jibarizado al que se le muestra una marca y se la viste con una imagen deseada. Se estima que es un seguro comprador. Existe otro tipo de consumidor que tiene el placer de tomarse un tiempo y pensar. Como esta última es una actividad sinónima de relacionar, la densidad de su pensamiento depende del abanico de relaciones que abre respecto del bien que se le propone adquirir.
No debe ser tranquizador depender de consumidores que relacionan demasiado aunque fuere por el mero hecho de que no podemos anticipar sus decisiones. Y en el mercado se trata de anticipar y producir deseos y una vez conseguidos resguardarlos de interferencias. Por el contrario, los que nos dedicamos a la docencia pedimos, a veces hasta rogamos, que los estudiantes relacionen en lugar de repetir. Estimular la facultad de la imaginación como apoyo de la información recibida es lo que permite que la transmisión de un saber tenga efecto multiplicador y productivo.
Pero lo que sucede en las aulas no es repetible en cualquier ámbito del mercado, inclusive del mercado cultural, porque la asimilación de la información implica esfuerzo y también inquietudes ya que los resultados no son inmediatos.
No hay nada más antagónico que un ambiente académico y una sala de redacción. Un aula es un dispositivo de repetición, de manipulación lenta de los materiales, de un acercamiento paulatino, que a veces dura años, a un conocimiento, por lo demás inconcluso. Las salas de redacción así como los sitios de producción de noticias son voraces. Lo que se dice hoy no vale para mañana.
Hay que tener al consumidor excitado con la novedad. No hay tiempo ni es el propósito crear relaciones sino atraparlo al cliente en el tren, en un café, con el pinchazo de un alfiler que le de muestras de que está vivo. Es decir que siempre hay novedades, porque el día en que a alguien se le ocurra que ya no hay novedades la gente – históricamente hablando – tiene una sola opción: o se va a pescar al borde de un río esperando que el cauce se seque o, si no tiene carnada, fija la vista en un palito. En resumen, se dedica a filosofar.
La rutina es lo que nos da la seguridad de que todo sigue, es decir que el gol de Poy siempre se grita, que Evita tal cosa, de que los ravioles los domingos, que otro crimen en el barrio tal, los asuntos más sombríos como la cuota semanal que nos recuerda que esta semana se matan viejitos, se violan nenitos, que los políticos roban, que las minas de la tele siguen regalando un despropósito algo anacrónico de ubres, que, finalmente, no hemos perdido la infancia.
Cada uno tiene un lugar de rememoración de su infancia, para el que aquí escribe, es el futbol, como lo es para millones de argentinos. Escuchar un programa deportivo de radio en los que los cronistas se pelean por versiones y aficiones, me devuelve al patio de la secundaria. Por lo general cuando la cultura popular tiene una gran poder de inercia, y se afinca en raíces bien sujetadas y regadas, infantiliza. Por eso los pueblos latinos son más divertidos, son chiquilines, y no tienen la madurez de pueblos cuya infancia se ha perdido de lo viejos que son, deberían remontarse a los celtas, a Asterix o a Virgilio. Nosotros no, la infancia la tenemos cerca, y nos gusta.
El defasaje entre periodismo y filosofía permite una serie de lugares comunes que deforman la visión de los acontecimientos. A los pensadores les gusta aseverar que vivimos tiempos de crisis y de destrucción como jamás ha conocido la humanidad. Se creen testigos estrellas. Sin embargo, más allá de los crímenes y genocidios de nuestro siglo, no hay que olvidar que los crímenes masivos y otros genocidios han sido la normalidad de la historia.
Las hambrunas, las endemias que devastaron periódicamente poblaciones enteras, las guerras aniquiladoras en nombre de valores religiosos, las cruzadas diezmadoras, el vaciamiento de aborígenes de nuestro continente, sistemas de esclavitud que signaron el alba de la modernidad y la acumulación de capital, la quema de científicos en nombre de la lucha contra la herejía, los tribunales inquisitoriales, los sistemas de poder que humillaban a las familias con sus mujeres a merced de la codicia de señores, los pagos fiscales para mantener privilegios de corte que reducían a la miseria a los campesinos, no tiene fin el dolor de la historia si uno quiere informarse de lo sucedido en el transcurrir de la vida de las civilizaciones.
Lo que sucede a diferencia del pasado es que no había televisión por cable. Pueden estar seguros que de haber existido la CNN y Crónica TV en los siglos que nos anteceden, las ciento cuarenta horas semanales de noticias que nos regalan las pantallas deberían potenciarse para dar lugar a todo lo sensacional que pasaba allá lejos y hace tiempo.
El ánimo crepuscular de cierta generación de intelectuales añora viejos tiempos culturales y sociales cuando no hay nada que extrañar. Es cierto que en la década infame los barrios eran más tranquilos y la gente escuchaba más tango a la vez que el periodismo ofrecía la calidad del diario Crítica, pero por algo le dicen tiempo infame.
Es una pena que no haya una mejor composición entre filosofía y periodismo. Evitaría que los pensadores intervengan con tanta frecuencia en los medios con sus máximas cavernosas acerca de la sociedad del conocimiento, la biodiversidad, el pluralismo, de la imprescindible redistribución de la riqueza de los otros, y otras mayúsculas de conferencistas bien pagos para públicos adiposos.
También nos ahorraría el menosprecio de un periodismo taquillero que sólo vive del instante y que tiembla ante la pérdida de la entelequia llamada primicia y la otra, peor aún, a la que han llamado “ la gente” de la que dicen conocer lo que quiere. Pan y circo.
¡Qué problema éste de la filosofía y el periodismo! No nos vuelve niños sino monos de tanto que nos vamos por las ramas.
La relación entre filosofía y periodismo nace en los tiempos de la Ilustración. Es contemporáneo del fenómeno conocido en el siglo XVIII como “opinión pública”. La burguesía se reunía en cafés, logias, masonerías, cabarets, salones literarios para discutir las cuestiones públicas. Se editaban periódicos que difundían esas mismas inquietudes y conformaban además el material que servía de guía informativa común. Las ideas filosofícas circulaban por una diversidad de medios y lejos estaban de circunscribirse a la forma del libro. La actualidad concitaban el mayor interés al tiempo que se vivían épocas revolucionarias.
La libertad de opinión era la demanda generalizada para una sociedad que aún no se había desprendido de las consecuencias sangrientas de las guerras entre religiones y de la férula del despotismo. Tener el coraje de pensar, poder hacerlo sin necesidad de tutelas de parte de autoridades censoras, era la consigna de los filósofos del siglo de las luces.
Hoy en día se habla con desprecio de los “opinólogos”, una especie de sabelotodo que se mete adonde no lo invitan y habla sin pericia. Es el horror de los especialistas y de algo que gusta llamarse gente seria. Por otro lado, provoca escándalo que un académico se rebaje a seguir la agenda que imponen los medios. Está bien para periodistas pero no para pensadores.
El pensador – categoría profesional ridícula ya que en realidad es un atributo que se da por añadidura cuando un saber o una opinión abre un espacio de pensamiento en el prójimo – impone el calendario de su viaje erudito y no debe dejarse seducir por la actualidad. De parte del periodismo hay una relación ambigua respecto de los intelectuales. Por un lado son una fuente de consulta alternativa a la palabra de los políticos y los técnicos, por el otro, se les pide que no compliquen el asunto y que traten de hablar un lenguaje claro ya que doña Rosa y don Pepe necesitan un idioma sencillo apto para todo público.
Ser interesante y accesible es un ideal que no necesita ser recordado, el problema comienza en preguntarse en el sentido de pensar y expresarse públicamente si se está condicionado a decir lo que todo el mundo espera recibir para sentirse reconocido en su juicio y emoción. Hasta qué punto la audiencia, los televidentes y los lectores están preparados para recibir lo no previsto y hasta qué punto han sido adoctrinados para la autocomplacencia es un nudo de imposible desciframiento y no se resuelve con una encuesta. Pero es habitual el intercambio de opiniones entre quienes proponen que el escritor se agache y los que piden que el lector se alce. No hay dudas de que siempre hay gente sensata que dice que hay un justo medio que entre agachadas y estiramientos se llega a un sano y mutuo entendimiento. ¿Pero qué sucede si lo que está en juego no es un a cuestión de nivel y sí de mercado? Hablemos de dos tipos de consumidores ya que los agentes del mercado lo son independientemnente de si lo que consumen son zapatillas o noticias.
Existe el consumidor jibarizado al que se le muestra una marca y se la viste con una imagen deseada. Se estima que es un seguro comprador. Existe otro tipo de consumidor que tiene el placer de tomarse un tiempo y pensar. Como esta última es una actividad sinónima de relacionar, la densidad de su pensamiento depende del abanico de relaciones que abre respecto del bien que se le propone adquirir.
No debe ser tranquizador depender de consumidores que relacionan demasiado aunque fuere por el mero hecho de que no podemos anticipar sus decisiones. Y en el mercado se trata de anticipar y producir deseos y una vez conseguidos resguardarlos de interferencias. Por el contrario, los que nos dedicamos a la docencia pedimos, a veces hasta rogamos, que los estudiantes relacionen en lugar de repetir. Estimular la facultad de la imaginación como apoyo de la información recibida es lo que permite que la transmisión de un saber tenga efecto multiplicador y productivo.
Pero lo que sucede en las aulas no es repetible en cualquier ámbito del mercado, inclusive del mercado cultural, porque la asimilación de la información implica esfuerzo y también inquietudes ya que los resultados no son inmediatos.
No hay nada más antagónico que un ambiente académico y una sala de redacción. Un aula es un dispositivo de repetición, de manipulación lenta de los materiales, de un acercamiento paulatino, que a veces dura años, a un conocimiento, por lo demás inconcluso. Las salas de redacción así como los sitios de producción de noticias son voraces. Lo que se dice hoy no vale para mañana.
Hay que tener al consumidor excitado con la novedad. No hay tiempo ni es el propósito crear relaciones sino atraparlo al cliente en el tren, en un café, con el pinchazo de un alfiler que le de muestras de que está vivo. Es decir que siempre hay novedades, porque el día en que a alguien se le ocurra que ya no hay novedades la gente – históricamente hablando – tiene una sola opción: o se va a pescar al borde de un río esperando que el cauce se seque o, si no tiene carnada, fija la vista en un palito. En resumen, se dedica a filosofar.
La rutina es lo que nos da la seguridad de que todo sigue, es decir que el gol de Poy siempre se grita, que Evita tal cosa, de que los ravioles los domingos, que otro crimen en el barrio tal, los asuntos más sombríos como la cuota semanal que nos recuerda que esta semana se matan viejitos, se violan nenitos, que los políticos roban, que las minas de la tele siguen regalando un despropósito algo anacrónico de ubres, que, finalmente, no hemos perdido la infancia.
Cada uno tiene un lugar de rememoración de su infancia, para el que aquí escribe, es el futbol, como lo es para millones de argentinos. Escuchar un programa deportivo de radio en los que los cronistas se pelean por versiones y aficiones, me devuelve al patio de la secundaria. Por lo general cuando la cultura popular tiene una gran poder de inercia, y se afinca en raíces bien sujetadas y regadas, infantiliza. Por eso los pueblos latinos son más divertidos, son chiquilines, y no tienen la madurez de pueblos cuya infancia se ha perdido de lo viejos que son, deberían remontarse a los celtas, a Asterix o a Virgilio. Nosotros no, la infancia la tenemos cerca, y nos gusta.
El defasaje entre periodismo y filosofía permite una serie de lugares comunes que deforman la visión de los acontecimientos. A los pensadores les gusta aseverar que vivimos tiempos de crisis y de destrucción como jamás ha conocido la humanidad. Se creen testigos estrellas. Sin embargo, más allá de los crímenes y genocidios de nuestro siglo, no hay que olvidar que los crímenes masivos y otros genocidios han sido la normalidad de la historia.
Las hambrunas, las endemias que devastaron periódicamente poblaciones enteras, las guerras aniquiladoras en nombre de valores religiosos, las cruzadas diezmadoras, el vaciamiento de aborígenes de nuestro continente, sistemas de esclavitud que signaron el alba de la modernidad y la acumulación de capital, la quema de científicos en nombre de la lucha contra la herejía, los tribunales inquisitoriales, los sistemas de poder que humillaban a las familias con sus mujeres a merced de la codicia de señores, los pagos fiscales para mantener privilegios de corte que reducían a la miseria a los campesinos, no tiene fin el dolor de la historia si uno quiere informarse de lo sucedido en el transcurrir de la vida de las civilizaciones.
Lo que sucede a diferencia del pasado es que no había televisión por cable. Pueden estar seguros que de haber existido la CNN y Crónica TV en los siglos que nos anteceden, las ciento cuarenta horas semanales de noticias que nos regalan las pantallas deberían potenciarse para dar lugar a todo lo sensacional que pasaba allá lejos y hace tiempo.
El ánimo crepuscular de cierta generación de intelectuales añora viejos tiempos culturales y sociales cuando no hay nada que extrañar. Es cierto que en la década infame los barrios eran más tranquilos y la gente escuchaba más tango a la vez que el periodismo ofrecía la calidad del diario Crítica, pero por algo le dicen tiempo infame.
Es una pena que no haya una mejor composición entre filosofía y periodismo. Evitaría que los pensadores intervengan con tanta frecuencia en los medios con sus máximas cavernosas acerca de la sociedad del conocimiento, la biodiversidad, el pluralismo, de la imprescindible redistribución de la riqueza de los otros, y otras mayúsculas de conferencistas bien pagos para públicos adiposos.
También nos ahorraría el menosprecio de un periodismo taquillero que sólo vive del instante y que tiembla ante la pérdida de la entelequia llamada primicia y la otra, peor aún, a la que han llamado “ la gente” de la que dicen conocer lo que quiere. Pan y circo.
¡Qué problema éste de la filosofía y el periodismo! No nos vuelve niños sino monos de tanto que nos vamos por las ramas.
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Aquí podrás encontrar noticias, información y artículos de opinión sobre diferentes tópicos vinculados al pensamiento moderno y contemporáneo. También proponemos abrir un espacio para la discusión y la reflexión filosófica sobre los medios masivos de comunicación y los cruces entre filosofía y periodismo.
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